17 DE ENERO, SALA TWISTER, MADRID
EL sábado 17 de enero asistimos a una de esas sesiones especiales de rock y punk que sólo se encuentran rebuscando en la sección de los listados de bolos en las revistas musicales. La sala Twister de Leganés registró una paupérrima entrada para un triple concierto por la módica cantidad de 6 euros. Mal por los habitantes de leganés que se refugiaron en las brasas de sus hogares o en la bachata de La Cubierta. Triple sesión de rockanroll, punk, actitud y buena comunión entre músicos de lugares tan separados (geográfica y musicalmente) como Madrid, Murcia y Barceloma. Abrieron el ágape los murcianos Mad Mao con punk rápido, crujiente, sucio y sudoroso. Con ramalazos jazzisticos y buena dosis de humor. Excelente base rítmica, contundente y sólida; acompañada de guitarras marcianas por un lado y herederas de los Dead Kennedys por otro. Y un saxo constantemente tirando de la cuerda y pensionando unos temas bizarros, con reminiscencias de Siniestro Total en las letras. Muy divertidos y atrevidos con la difícil tarea de abrir con la sala vacía, pero nada que unas divertidas versiones de Joy Division o The Clash pudiesen arreglar. A continuación turno para los anfitriones de la velada. Los madrileños Motel Bates y su rock and rol algo canalla de patillas, cowboys y pin-ups. 20 años contemplan esta formación y se nota en su sólida puesta en escena, en la calidad de los músicos que forman el cuarteto. El plato fuerte lo pusieron los catalanes Resonators, una suerte de punks descerebrados con el ojo puesto en los noruegos Turbonegro. Delirantes y acelerados hasta el extremos apoyados por un batería absolutamente demencial y contundente. Un acémila que acababa todos los temas con la batería prácticamente fuera del escenario. Entre tema y tema mucho speech delirante y surrealista entre todos ellos. Parecía que se les descontrolaba el tema, pero ahí estaba el maestro de ceremonias a las voces para poner algo de orden y comenzar el siguiente tema. Un tipo divertido, una suerte de Gurruchaga y The Duke of Nothing de los mencionados Turbonegro. Su Popotxo particular era El Tigre, el bajista de la banda que acabó en pelota picada. Pero esa es otra historia… Texto y fotos Gómez
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